miércoles, 25 de mayo de 2011

Madres e hijos en la era cibernética

Aunque la tecnología trajo muchos beneficios, los especialistas advierten que el uso y abuso divide a las familias
Juan (nombre ficticio), de diez años, es un excelente alumno. Es muy estudioso y responsable con sus tareas. Apenas llega a su casa cumple con todas sus obligaciones escolares y luego pide a sus padres la computadora o el ‘playstation’. Es que los videojuegos, la internet y la televisión se han convertido en su principal distracción.
“El peor castigo que puede tener mi hijo es dejarlo sin computadora, videojuegos o televisión. Como mi esposo y yo trabajamos todo el día, lamentablemente no podemos ejercer un buen control sobre él y hemos optado por no dejar la contraseña y guardar bajo llave el cable del ‘play’, pero la televisión la tiene a su disposición sin límite de tiempo y no sabemos cómo evitarlo, porque es un excelente alumno”, relata Marcia Soleto.
Agrega que los fines de semana su hijo tiene derecho a jugar dos horas al día en la computadora o en el play. No obstante, si nadie lo controla él puede tranquilamente pasarse todo el día jugando y pierde hasta la noción del tiempo.

Buscar alternativas
Para evitar que los niños pasen tanto tiempo en la televisión la sicóloga Claudia Tórrez asegura que los padres deben establecer reglas en el hogar, crear hábitos de convivencia con sus hijos y de evitar que abusen del uso de la tecnología. Sugiere a las mamás salir más en familia o compartir más tiempo con ellos y como la mayoría trabaja, tratar de inscribirlos en alguna actividad o deporte que les guste, como fútbol, en el caso de los niños o danza, en el de las niñas, para limitarle el tiempo que pasan frente al televisor o en la computadora.

Adicta a los videojuegos
Martha cuenta que ha criado sola a su hija (7), pero por razones de trabajo siempre la dejó al cuidado de una empleada que la dejaba distraerse en la tele y en el play station. “Al comienzo veía que estaba bien, pero luego noté que se fue volviendo rebelde al punto de la terquedad. Me recomendaron que la lleve a una sicóloga. Ella me dijo que mi niña estaba como ‘drogada’ y era adicta al play station, y ahora al celular, que lo domina muy bien, porque era con lo que convivía más que conmigo”, manifiesta.
El consejo que le dio la especialista fue que no le corte los videojuegos o el celular y mucho menos la televisión, sino que la lleve a jugar al parque, que compartan otras actividades recreativas juntas y también con otras amiguitas.

Una generación desafiante
La generación actual, comenta doña Matilde Soliz (75), es capaz de retar la autoridad y defender su postura con mayores argumentos para sustentar su posición. Por ejemplo: la madre le dice al hijo que deje la televisión y recoja sus juguetes, pero él responde que más tarde va a jugar, así que no los va a levantar. “Todo esto es producto de lo malo que aprenden en la televisión. En mis tiempos no había tanta malcriadez de los chicos y si no hacían caso, para eso estaba el chicote”,   afirma.

Señales de adicción
Claudia indica que debe alarmar a las mamás cuando sus hijos presentan algunos de los siguientes síntomas, porque eso demuestra que tiene adicción por la internet o los videojuegos:
• Un sentido de bienestar frente a la computadora. • Depresión o vacío cuando no está conectado o jugando en el play. • Ansiar pasar más y más tiempo en la computadora, no teniendo la capacidad de controlar las horas que está conectado. • Problemas con el trabajo o escuela debido al tiempo que pasa ante los aparatos electrónicos.  • Falta de honestidad para decir cuánto tiempo se pasa on-line. • Ignorar a la familia y a los amigos.

La moderación
La relación de los niños, adolescentes y jóvenes con las nuevas tecnolo-gías corresponde al contexto de una serie de transformaciones sociales de las últimas décadas y tiene como consecuencia un profundo cambio en los valores y en las actitudes que pueden provocar distanciamientos en la familia, expresa la sicóloga Mónica Rivero.
Señala que la internet es un escape de la realidad cotidiana (como el alcohol y las drogas) y se vuelve un problema cuando las personas se involucran con las actividades on-line y su interacción virtual descuidando su salud, sus relaciones interpersonales y sus responsabilidades. Como otros aspectos de la vida que pueden proporcionar placer, la clave es la moderación.

Requieren acompañamiento
Aunque hoy en día los chicos sean experimentados usuarios, requieren de la experiencia y de un adulto, mejor si es la mamá, que los acompañe, sin importar los conocimientos técnicos o tecnológicos que posean.
Entre los problemas que tienen los adolescentes, dice Mónica, se destaca también el uso excesivo del mp3 o mp4 que puede hacerles perder la concentración en las clases, ya que llegan al aula y todavía tienen en su cabeza la música que venían escuchando.
“La mayoría de las mamás advertimos a nuestros hijos que no hablen o si están solos en la casa no abran la puerta a un extraño o que no den información a cualquier persona desconocida que llame por teléfono. También controlamos donde van, los programas que miran, o los libros que leen, pero no nos damos cuenta de que debemos darle la misma orientación cuando se conectan a la internet”, explica la especialista.

Mucha información
Es imporante tener en claro que en internet hay demasiada información no adecuada para la madurez de los niños y adolescentes: como sexo explícito, recetas para cultivar marihuana, así como también contactos con personas que solo quieren dañar tanto su integridad física como sicológica de los adolescentes.
Internet es un mundo lleno de fantasía en el que gente con malas intenciones puede engañar a los niños y adolescentes que en muchos casos son fácilmente manipulados y es importante que ellos estén prevenidos. En este sentido, la sicopedagoga Ángela Callaú afirma que los principales responsables de una buena comunicación familiar son la mamá y el papá.

Deterioro de las relaciones
Si bien es cierto que la tecnología ofrece un sinfín de ventajas por todas las facilidades que se obtienen especialmente en la comunicación, el abuso de los aparatos electrónicos es lo que la convierte en un perjuicio, porque crea una adicción que afecta las interrelaciones.
“Gracias a la tecnología nos podemos comunicar con gente de todo el mundo, hablar, escuchar y hasta ver en vivo a nuestros seres queridos por internet. Sin embargo, el problema es que la cibernética está causando división en las familias porque tanto padres como hijos viven pendientes de la televisión, computadora, celulares, radio y otros, postergando el diálogo y la comunicación”, afirma Ángela.
Añade que hoy en día existe un deterioro de las relaciones interpersonales, porque las conversaciones ya casi ni se las hace cara a cara, sino por celular,  facebook, twitter y chats, afectando así el diálogo personal.

Relación. Vannia Busch Saucedo y su hijo José Carlos Vaca El Hage, tratan de pasar momentos agradables y divertidos en el tiempo que les queda libre.











¿Evadiendo la responsabilidad?
Agrega que ahora sucede lo que hasta hace algunos años era impensable, ya que muchas madres evaden la responsabilidad de atender a sus hijos, dándoles aparatos electrónicos, dado que tienen que trabajar el día entero y encima llegan tarde y tan cansadas que no les queda tiempo ni aliento para sentarse a charlar, ayudar con las tareas, jugar y pasar un rato ameno.
De acuerdo con sondeos realizados a jóvenes y adolescentes, ellos manifiestan que prefieren conectarse on-line con sus amigos porque en su casa no reciben la atención que necesitan, dado que mamá y papá están la mayor parte del tiempo fuera de casa y cuando llegan a la casa, se dedican a ver televisión o leer el periódico en lugar de hablar y generar un clima de confianza en el entorno familiar.
“Mi madre trabaja mucho y no la culpo porque lo hace para ayudar a mi papá y darnos una vida mejor, pero me gustaría que cuando ella esté en casa no llegue a renegar porque las cosas no están como quiere ni a seguir trabajando, sino que converse y comparta un poco más conmigo y con mi hermanita. Nosotros la necesitamos”, dice Teresita, de 15 años.

Calidad y no cantidad
Ángela sugiere a las madres que trabajan todo el día que les den a sus hijos calidad de tiempo, porque de lo contrario un día lamentarán que ellos busquen fuera de la casa quien les brinde la atención que necesitan.
“Las madres debemos darle a nuestros hijos amor, cariño, comprensión y  diálogo, porque eso es lo que necesitan más que el último celular o play station, que a la larga puede causarle algún tipo de adicción”, finaliza la pastora Valeria Roca. 

   Sugerencias para las mamás  
• Comunicación. Crear desde niños una buena relación con nuestros hijos, conversar con ellos de sus amigos, pasatiempos, programas preferidos, etc.
• Conocimiento. Saber quienes son sus amigos, en lo posible conversar con ellos, invitarlos a casa y hacer que se sientan cómodos allí.
• Sin imposiciones. Respetar los gustos y opiniones del niño, tratando de no imponer lo que la mamá quiere porque de esta manera solo se lo está alejando.
• Responsabilidad. Exigirles que   estudien porque en este
momento esa es su única responsabilidad y de la cual aprenderán a esforzarse para su vida futura.
• Deportes. Inculcar algún deporte u alguna actividad que les guste como tocar un instrumento, bailar, etc. De esta manera aprenderán que todo se logra con esfuerzo y sacrificio y tendrán menos tiempo de pensar en los videojuegos o con quien chatear.
• Condiciones. Darles una hora fija para utilizar la computadora o los videojuegos, pero siempre cuando hayan cumplido con sus obligaciones. En caso de tener un Blackberry imponer las mismas sanciones que si tuvieran una computadora, incluso quitarles si es que no estar rindiendo en sus estudios de la misma manera en que antes de tener ese aparato celular.
• Cumplimiento. Ser tajantes y cumplir a cabalidad lo que se le dice. Por ejemplo, si la mamá se compromete a regalarle celular para su cumpleaños, pero condicionándolo a que no bajen sus notas porque de lo contrario se lo quitan. Si es que sucede lo que no se quería, es decir si saca malas notas, entonces cumplir lo que se dijo, aunque este les ruegue y prometa  que va a mejorar. Es en esta situación donde no tienen que ceder.
• Límites. No olvidar que los límites son tan importantes como el amor que los hijos necesitan.
• Ojo crítico. La red internet debe formar parte del universo de temas de conversación entre padres e hijos y ser un ámbito donde se aprenda y aplique la mirada crítica y el discernimiento sobre la información obtenida.

             

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