lunes, 23 de mayo de 2011

Madre es la que cría

Bien reza el dicho: "Madre no es la que procrea, sino la que cría", y tal parece que se asume de esta manera en el rol de aquellas mujeres que optan por la adopción de un hijo, ya que si bien no existe un lazo de sangre que los una, el cariño y dedicación que ellas le brindan a este nuevo ser las puede convertir en madres para toda la vida.
"A la hora de asumir este rol, toda mujer se debe preparar exactamente igual que como lo hace una madre biológica, debe ser madura psicoafectivamente, tener una personalidad madura, poseer coherencia y estabilidad, características indispensables para enfrentar la crianza de los hijos. Debe tener la capacidad de integrar al hijo adoptado de un modo permanente", señala la psicóloga Isabel Alexander.

¿HAY ALGUNA DIFERENCIA CON LA MADRE BIOLÓGICA? Según la explicación de la especialista, sólo la falta de los lazos de sangre, "puesto que al asumir el compromiso de adopción e iniciar la convivencia con el niño o niña los lazos que se crean son inclusive más fuertes que los de sangre", añade.
Ahora, en cuanto a la actitud que ellas deben seguir con el hijo adoptivo, debe ser absolutamente igual a como sería con los hijos biológicos, al asumir el compromiso de adopción se está integrando a la familia a un niño que necesita un hogar donde se le dé el mismo trato y en el que tenga los mismos derechos que un hijo biológico, este compromiso tiene carácter irrevocable.

LOS TEMORES EXISTENTES. "El mayor temor que se puede observar en las madres o padres adoptivos es que el niño se entere que es adoptado y que esto lo desestabilice", sostiene Alexander.
"El ocultar la verdad al niño puede dar más problemas que el que se le informe, puesto que si un día se entera por terceras personas se preguntará por qué los padres adoptivos nunca se lo dijeron y creará fantasías negativas sobre el tema; es aconsejable que sean los padres los que informen al niño sobre su origen, existen muchas maneras muy saludables para hacerlo consiguiendo que el niño acepte su realidad y agradezca el haber tenido la suerte de tener padres como los suyos".

AYUDA PARA ELLAS. Ser madre adoptiva es de gran ayuda para la mujer, ya que le permite realizarse como madre, que es un deseo intrínseco en la generalidad de las mujeres, "en muchos casos la decisión de adoptar es tomada después de muchos intentos de tener hijos biológicos, los diferentes intentos fallidos frustran y golpean mucho a la mujer; por lo tanto, el tener la posibilidad de ser madre a través de la adopción es una alternativa que no sólo la beneficia a ella sino a un niño que necesita un hogar donde pueda desarrollarse en todo sentido con el amor y el apoyo de sus nuevos padres", concluye Alexander.

el apoyo de la pareja es fundamental

"El apoyo de la pareja y las familia es fundamental a la hora de asumir el rol de madre adoptiva, ellos pueden recibir al niño con mucho amor dentro de la familia, aceptando que ahora es parte de ella y que merece un trato igualitario.
Como en la mayoría de los casos es la primera experiencia de maternidad que tiene la adoptante, ayuda mucho que las madres de la familia colaboren con su experiencia para disminuir la ansiedad de la nueva madre hasta que esté completamente adaptada a su nuevo rol", explica la psicóloga Isabel Alexander.

1-2 HIJOS Se puede llegar a adoptar con toda la responsabilidad.



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