El amor de la pareja debe ser más tierno que sensual para mantener cohesionada la relación. El sexo es otra cosa que poco o nada tiene que ver con el amor. Son las conclusiones a las que llega una encuesta realizada entre 1.500 mujeres españolas por Gleeden.com, un portal web dedicado a organizar encuentros extraconyugales.
Según los datos aportados por su muestreo, los maridos tienen todas las de perder ante un amante ocasional: ellas afirman que ‘fingen’ porque apenas la mitad tiene orgasmos regularmente con sus parejas habituales; más aún, un 19 por ciento afirma sentirlos en cada relación sexual, cifra escasa ante el 39 por ciento de clímax que parecen sentir en todas y cada una de sus escarceos con amantes ocasionales.
Más amor que frenesí
Seis de cada diez (58 por ciento ) afirma incluso que se puede sobrevivir sin sexo en el matrimonio. Un panorama gris que tiene otros datos demoledores: un 20 por ciento afirma sentirse “poco o nada realizadas” e incluso un 13 por ciento asegura que duermen solas desde
Hace más de seis meses.
Apenas un 26 por ciento de las que reconocen tener más de seis relaciones al mes con sus esposos afirman hacerlo por auténtico deseo. Un porcentaje similar lo hace para “complacer” a su cónyuge, un 32 por ciento por “hábito” y un 17 por ciento por “deber” como pareja. En lo que más se ponen de acuerdo (un 95 por ciento ) afirman que, más que el sexo, es la ternura la que es “un factor determinante” para mantener unida a la pareja.
Valentía contra la rutina
La rutina sexual de las españolas incluye, en un 70 por ciento , la masturbación. Un 52 por ciento de ellas incluso lo hacen varias veces al mes. Es una tarea individual más allá de lo evidente porque únicamente el 16 por ciento lo incluye en sus prácticas habituales con su pareja.
Ellas son más lanzadas con lo esporádico. Del 82 por ciento que sólo hace el amor por la noche con sus maridos se pasa al 86 por ciento a la que les da igual la hora, con sus amantes.
Pero las aventuras tienen otra vertiente. Un 82 por ciento satisface sus fantasías, un 51 por ciento los preliminares ‘olvidados’, un 54 por ciento quiere explorar nuevas prácticas -incluidas las relaciones homosexuales- y tres de cada cuatro afirma que quieren darle picante a su vida cotidiana.
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